«Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza» Blasco Ibañez

Estamos en el ecuador del año y conviene reflexionar sobre lo acontecido en estos meses y lo que esperamos para lo que queda del año, más aún cuando se tiene la sensación, que los mercados están en cierto sentido enquistados.

Los mercados han digerido los acontecimientos que se les ha ido poniendo por delante.

Han digerido a comienzos de año el inicio de la normalización monetaria por parte de los Bancos Centrales empujados por una inflación que reconocían, al fin, que no era transitoria.

Han digerido una guerra en Europa que ha acentuado las presiones inflacionistas con el alza de precios de materias primas.

¿Digerirán los mercados también una ralentización del crecimiento o una pronta recesión, provocada por los Bancos Centrales?

Dado que los mercados de valores descuentan expectativas, ¿se ha descontado ya un nuevo escenario económico? ¿Se ha llegado ya al suelo de mercado?

¿Qué catalizadores nos quedarían para que el mercado de renta variable repunte en la última parte del año?,

¿Cuáles son las alternativas de inversión en este nuevo escenario?